Los amenities y el reto de ser creativo

Los desarrolladores analizan las características de la comunidad que lo habitará para definir qué servicios sumarán; la elección es clave para evitar que caigan en desuso y afecten el valor del proyecto.

En la cumbre de Puerto Madero. Madero Harbour tiene un helipuerto

Los departamentos elevados de Los Supersónicos -la serie animada futurística de los 60 que enamoró a padres e hijos- contaban con estacionamiento para autos voladores y cintas transportadoras para personas en todas las unidades. Los amenities actuales no son tan extravagantes como aquellas por las que se paseaban Robotina y Cometín, pero en un mercado de proyectos nuevos donde la competencia es aguerrida, y muchas veces en la misma zona, un espacio original puede hacer la diferencia.

“Las personas tenemos cada vez menos tiempo entre el traslado y el trabajo y, además, hay una mayor tendencia a vivir solos. El club ya casi no existe: para relacionarse con otros, la gente elige los lugares de encuentro que tiene cerca, y muchas veces se trata de los amenities. Cuando uno construye, debe pensar en la comunidad que se va a generar”, expresa Alejandro Ginevra, presidente de Gnvgroup.

La desarrolladora que lidera Ginevra está a cargo de Madero Harbour, un proyecto de 300.000 metros cuadrados emplazado en el barrio más joven de la ciudad de Buenos Aires, Puerto Madero, que cuando esté terminado, contará con cinco edificios de oficinas, tres de viviendas, un hotel y un shopping de 200 locales comerciales, aunque ya tiene varios módulos construidos. Los amenities acompañan la magnitud del emprendimiento: un helipuerto con servicios de traslados, buzones personalizados para recibir envíos de compras por comercio electrónico y cocheras con cargadores para autos eléctricos son solo algunas de las que integran la larga lista.

Más allá de lo distintivo, señala el desarrollador, lo interesante del emprendimiento será el hotel Viceroy -que ocupa un espacio dentro del proyecto- quien se encargará de administrar ese tipo de servicios . “Muchas veces sucede que, una vez construidos, la mayoría de los habitantes no frecuenta la sala de masajes o la peluquería, y luego quizás no desean colaborar a la hora de hacer una reparación. El hecho de que el hotel se encargue de aquellos espacios implica que se harán responsables del mantenimiento”, subraya. Añade que eso logra que estén siempre “al día” y en línea con los tiempos que corren, ya que opina que los amenities no son algo estático sino espacios o facilidades que van mutando con el tiempo y según las necesidades de las personas que habitan las construcciones. “Hoy, por ejemplo, hay cocheras para automóviles eléctricos, dentro de unas décadas quizás la movilidad cambie y debamos transformar aquellos espacios”, dice.

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Hay que innovar

También en Puerto Madero, el Alvear Tower es otro proyecto que pateó el tablero. Tiene pisos de 500 m2 con pileta privada y servicios como la sala de correspondencia y spa de mascotas. Además, tendrá monoambientes de 30 m2 que los propietarios podrán destinar como hospedaje del servicio doméstico.

Por otro lado, la inmobiliaria Interwin comercializa algunos desarrollos a estrenar con particularidades. El emprendimiento Black, en Juncal y Sinclair, cuenta con sala de ensayo y cuartos de invitados, departamentos para visitas en el primer piso. En tanto, Vista BA, en Santa Fe y Coronel Díaz, tendrá jaula de golf, lavadero de autos y mirador. “La gente que busca unidades a estrenar ya da por sentado que en el desarrollo existe un salón de usos múltiples y algún espejo de agua, una pileta tanto de grandes dimensiones como alguna pequeña. En este momento, tener amenities diferenciales es lo que te hace competitivo”, detalla Gabriela Besuzzo, gerenta de Obras y Emprendimientos de la inmobiliaria. Si bien admite que no se trata de un factor definitivo a la hora de comprar. “Nunca me pasó que alguien no se decidiera a adquirir un departamento porque el edificio no tenía piscina semiolímpica, por ejemplo”, bromea Besuzzo. Aunque reconoce que este es un factor atractivo a la hora de elegir entre dos opciones de características similares en una misma zona. La ejecutiva prevé que las tendencias de sustentabilidad comenzarán a imponerse también en los amenities o servicios que ofrece cada proyecto. Uno de los desarrolladores con los que la inmobiliaria comenzó a trabajar en los últimos tiempos, el Grupo Uno en Uno, hace fuerte hincapié en esto. El complejo Casa HO, ubicado en el barrio de Coghlan, contará con huerta orgánica, rampa para bicicletas en todo el emprendimiento y además un tratamiento conceptual del espacio exterior. “Buscarán recrear distintos biomas para atraer a diferentes especies a los jardines, que tendrán distinta vegetación en cada caso”, resalta.

Por último, los deportes nunca dejan de ser un factor de atracción y, de acuerdo con la tendencia de la práctica de deportes extremos, el emprendimiento Puertos -de Eduardo Costantini, ubicado en Escobar- acaba de inaugurar un parque para practicar wakeboard y otras actividades naúticas, señala Richie Edelstein, director en Castex Propiedades, firma que comercializa el proyecto. Y menciona que existe una tendencia que sí está definiendo el proceso de compra en algunos casos: las lagunas artificiales de aguas transparentes, las cuales son construidas por una compañía chilena, Crystal Lagoons. En Uruguay, la única que existe en ese país está en el proyecto Green Park, tiene seis hectáreas y habría demandado una inversión de US$ 8,6 millones. Edelstein prevé mayor crecimiento de los amenities relacionadas con el agua y proyecta la llegada de maquinarias que simulen oleaje y de parques flotantes acuáticos, estructuras inflables que se instalan en el agua para realizar actividades recreativas para todas las edades.

Por Sofía Terrile, Sábado 17 de junio de 2017
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION

Las oficinas chicas y con amenities, el boom del segmento corporativo

Los desarrolladores buscan satisfacer la demanda de unidades de entre 40 y 100 m2 en edificios con servicios; son espacios que permiten la personalización y la refuncionalización.

Que el edificio cuente con un salón de usos múltiple no se negocia.

Los avatares económicos que padece en los últimos tiempos la Argentina que en muchas compañías generaron la reducción de plantas de empleados y el achicamiento de gastos -fruto del incremento en las tarifas de los servicios, entre otros gastos-trajo un fuerte cambio en las demandas del mercado oficinas, el cual parece haber dejado -al menos por un tiempo- la búsqueda de locaciones amplias para concentrarse en unidades de dimensiones pequeñas con superficies que van entre los 40 y los 100 metros cuadrados.

Según los especialistas, el interés por este tipo de producto no sólo se centra en las pymes y en los profesionales independientes. Las grandes empresas también comenzaron a plantearse un cambio de paradigma laboral que profundiza aún más el modelo colaborativo.

Sin duda algo que queda claro al hablar con los referentes del sector es que esta multiplicación de factores amplía la demanda y estimula la oferta, planteando para los desarrolladores un nuevo desafío que les permita armar un producto capaz de satisfacer a estas nuevas necesidades sin dejar de ser rentable. “Esta dinámica dio lugar a un nuevo nicho que genera el nacimiento de edificios de oficinas o mixtos con plantas flexibles, de menor dimensión, en las que predomina un entorno de trabajo. Esta tendencia propone más espacios comunes de calidad como un business center, coffee lounge, terrazas, piletas, gym y social room entre otros” destaca Marcelo Buyo, gerente general de Grupo Portland que construye Palmera Bureau. “Es un edificio con unidades de oficinas chicas con los amenities de un edificio de lujo”, agrega.

Para Bruno Martino, director ejecutivo de la constructora Comasa, la mutación que vive el mercado está llevando al sector corporativo a un escenario que no es del todo desconocido dado que hace un tiempo ya se había vivido algo similar. “Este es un fenómeno que se instaló nuevamente en el sector corporativo. Su reaparición hizo proliferar nuevas obras, las cuales responden a los parámetros de calidad actuales, es decir que cuentan con diseño de espacios con altos niveles de personalización y muebles funcionales, pensados para profesionales independientes, empresas en crecimiento o pymes a las que se les dificulta el ingreso a oficinas tradicionales o que buscan asentarse en un punto estratégico con acceso rápido a Capital Federal y a todos los corredores”, relata el ejecutivo. Hoy la empresa que lidera desarrolla Vilanova Office, un complejo corporativo que busca transformarse en el primer business center del corredor oeste.

En medio de este escenario la personalización de las diferentes plantas de cada inmueble pasó a ser una de las mejores estrategias que encontraron los desarrolladores. Es la clave para poder ofrecer muchos tipos de oficinas en un solo inmueble. Hoy cada edificio presenta una amplia variedad de tipologías, que varía piso a piso.

Otra de las ventajas es que en muchos casos estos espacios hasta pueden ser diseñados en más de una ocasión permitiendo así la rápida y económica refuncionalización. “Brindarle al inquilino flexibilidad para que pueda elegir de qué manera armar su lugar de trabajo es uno de los diferenciales que agrega valor a un emprendimiento corporativo. “Así, un cliente puede diseñar su propio lugar acorde a las necesidades de su modelo negocio. Sin duda, esta tendencia de optar por oficinas de plantas versátiles está en crecimiento y cada vez cuenta con más adeptos”, cuenta Hernán Nucifora, que lanzó recientemente un proyecto denominado Campus Norte, que responde a este criterio y que se encuentra próximo a General Paz y Panamericana.

Algunos brokers que prefirieron mantener sus declaraciones en off the record afirmaron que no son pocas las empresas que ante el incremento de servicios como la luz y el gas, los consultaron invocando la necesidad de conseguir un espacio más pequeño pero que mantenga la impronta de los tradicionales inmuebles corporativos. Lo cierto es que ya sea, por aquellos que se encuentran en un momento de crecimiento como por los que buscan reducir sus erogaciones para salvar su empresa este tipo de inmuebles se convirtió en una de las vedettes del mercado en los tiempos que corren.

En la ciudad, la demanda tiene otro chip

En la ciudad de Buenos Aires el mercado de oficinas parece latir a un pulso diferente del que resuena en los alrededores de la Capital Federal. En el mercado porteño y en el de zona norte, la demanda busca más metros. Cuando hablan de unidades pequeñas se refieren a espacios que oscilan entre 100 y 500 metros cuadrados. Aquí los edificios a diferencia de los del Gran Buenos Aires cuentan con plantas flexibles pero de mayores dimensiones, las cuales también ofrecen la posibilidad de ser divididas entre varias compañías. Pero sin duda, la gran disparidad está en los servicios que reclaman los potenciales ocupantes a los desarrolladores.

“Hoy, a la hora de mudarse las compañías no solo buscan mejorar la eficiencia de sus plantas, acortar en muchos casos la distancia entre la casa y la oficina de sus empleados sino que además reclaman mejorar la calidad de trabajo. Para satisfacer esta demanda y la necesidad de contar con mayores atractivos, cada vez son más los desarrolladores que eligen sumar en sus edificios espacios compartidos para dar a sus ocupantes una mejor convivencia. En definitiva: mejores lugares de trabajo generan experiencias más gratas”, comenta Eleonora Lefevre, broker de la división de oficinas de LJ. Ramos.

Sobre las demandas de los empresas y de los posibles ocupantes Pablo Papadópulos, gerente de la división de oficinas de la misma inmobiliaria explica que en los últimos tiempos se experimentó un cambio notorio. “Si bien se buscan unidades más pequeñas, entre los pedidos que nos llegan, las empresas interesadas en mudarse quieren un área de uso común con una buena sala de reuniones, o un amplio salón de usos múltiples, gimnasio, vestuarios para damas y caballeros con un sector de duchas, cocheras y un área para bicicletas. Este último punto se convirtió en algo cada vez más importante para las compañías, debido a que su personal -la mayoría de ellos entre los 19 y los 25 años- opta por cuestiones ecológicas y de practicidad por moverse en bicicletas por la ciudad. Para cumplir con esta exigencia, los desarrolladores resignar tres cocheras, es decir unos 60 metros cuadrados para destinarlo al sector donde suelen entrar entre 25 y 30 bicicletas”, explica el broker.


Las unidades chicas

Los proyectos de micro-oficinas con amenities de lujo parece que no sólo forman parte de un fenómeno que se registra en las proximidades de la ciudad de Buenos Aires sino que recientemente comenzó a manifestarse en la propia Capital Federal. Según algunos especialistas, estos son ocupados por los denominados clientes golondrinas -personas o microempresas que se encuentran en transición y sólo permanecen en el lugar por uno o dos años-.

Uno de los ejemplos porteños de este tipo de desarrollos es Palacio Raggio, ubicado en diagonal a la Plaza de Mayo y donde se ofrecen unidades de entre 30 y 70 metros cuadrados. “Cuando compramos este inmueble nos dimos cuenta que había un segmento de profesionales desatendidos que buscaban en el casco neurálgico de la ciudad la necesidad de instalar sus operaciones en un punto estratégico a menor costo pero con mayor calidad y amenities de lujo. Así fue como decidimos que esta era una excelente oportunidad para empezar a incursionar en la ciudad de Buenos Aires con este tipo de productos, que desde hace un tiempo comenzaron a multiplicarse en zona norte. El tiempo dirá si teníamos razón o no al hacer esta apuesta”, concluye Rodrigo Fernández Prieto, desarrollador del proyecto.

Por Leandro Murciego, Lunes 24 de abril de 2017
Publicado en el suplemento Inmuebles comerciales e industriales del diario LA NACION

Amenities, cuatro décadas en el mercado local

Esta propuesta inmobiliaria que llegó de la mano de la firma desarrolladora Argencons vivió en la década del 90 uno de sus momentos más importantes; hoy la domótica se presenta como el gran futuro.

Los amenities, que ingresaron al país de la mano de la desarrolladora Argencons allá por 1976, acaban de cumplir cuatro décadas entre nosotros. Por aquel entonces el concepto que se traducía en una cancha de tenis, un salón de usos múltiples y un gimnasio todos ellos reservados para los propietarios de ese complejo inmobiliario se ganaron un lugar en el real estate local, a tal punto que actualmente ellos son los que definen el target al cual están dirigidas las obras.

Gabriela Goldszer, de Ocampo Propiedades, afirmó, que este tipo de servicios fueron concebidos para mejorar la calidad de vida de quienes residen en ese emprendimiento. “Los amenities complementan la funcionalidad, el diseño y la calidad del departamento con la posibilidad de tener un plus de confort para el residente sin salir del edificio”, sugirió Goldszer.

Para Roberto Ledo, director de la Inmobiliaria Bullrich, hoy la gente en el rubro busca lo diferente y los amenities se convierten en una fortaleza. A tal punto que estos terminan resultando mucho más vendibles a la hora de salir al mercado. Entre los más buscados se destacan gimnasios, salones de usos múltiples, piletas y canchas de tenis, entre otros. “Uno de los primeros emprendimientos urbanos con amenities fue la torre de Ugarteche, que tenían canchas de tenis, que las hizo Camps. También el edificio Los Galgos de Callao, que está ubicado en la avenida Callao y Juncal y tiene canchas de tenis y restaurante. Pero la tendencia fuerte empezó en la década del 90. Otro hito es el que estableció Quartier Demaría que abrió el primer showroom de ventas con amenities, proyecto que comercializamos nosotros”, comentó Ledo.

Goldszer explicó que: “La gente valora los amenities independientemente de si los usa o no, dada la jerarquización que le aportan estos espacios a los proyectos; algo muy valorado especialmente en el target ABC1”.


Valores

En cuanto a los costos de construcción, los amenities no afectan mucho. “Simplemente hay que tener un espacio reservado al gimnasio o al SUM y esto no suele generar mayores costos. Pero sí impacta en el precio de venta o alquiler de las unidades porque la gente diferencia aquellos edificios que tienen amenities de los que no”, dijo Ledo.

Según los conocedores del tema, el mantenimiento de los amenities, tampoco trae muchos gastos como tampoco encarecen las expensas. “Estos no suelen representar más del 10% del costo de las expensas, y el porcentaje puede ser aún menor a medida que aumenta la cantidad de unidades. Un porcentaje mínimo si lo comparamos con los costos que representan los servicios de seguridad privada o de los encargados, que constituyen más del 60% del total”, explicó Hernán Siwacki, socio gerente de Capital Brokers.

Goldszer, explicó, que una buena forma de bajar los costos de mantenimiento de los amenities que innevitablemente se reflejarán en las expensas es hacer una gran cantidad de unidades, dado que de esa manera se dividirían los gastos entre la mayor cantidad de propietarios posibles.

Pasaron 40 años desde el desembarco de los amenities en la Argentina y “hoy los desarrolladores los proyectan a la medida del público al que estará dirigido el complejo, contemplando sus necesidades, usos y costumbres, así como también los costos de mantenimiento que demandará a futuro, y el espacio disponible. Por ejemplo, así, hoy podemos encontrar un edificio destinado a un público joven en Palermo SoHo que incluya una sala de home-working con Wi-Fi mientras que otro destinado a familias en Barrio Norte, en ese mismo espacio, seguramente ofrezca un SUM para fiestas y reuniones”, concluyó Siwacki.

La nueva generación

La nueva generación de emprendimientos dio comienzo a los denominados amenities inteligentes. Estos que provienen de la mano de la conciencia verde y de la domótica. “Pensados para la dinámica y gustos de las nuevas generaciones, tal como hace años se idearon los edificios de oficinas, dotándolos de inteligencia adaptándolos a las nuevas tendencias y exigencias corporativas. Los edificios residenciales comenzaron una evolución hacia estructuras mucho más flexibles, pensadas en un uso mixto y descontracturado”, dijo Pablo Sánchez, gerente de marketing, de Baigún Operaciones Inmobiliarias.

Y, Sánchez, agregó: “A los nuevos consumidores y habitantes de estos emprendimientos, se los denomina Millennials y son aquellos compradores de entre 20 y 35 años, que tienen como característica general que son muy sociables, interactivos, desprejuiciados y adictos a la tecnología. Estos consumidores no se aferran a las estructuras y mandatos sociales clásicos, por lo que no requieren de un lay out tradicional para vivir. Tal es así, que en las superficies donde antes se construían 1 o 2 ambientes ahora se construyen 2 o 3 ambientes”.

Los que no pueden faltar

Hoy por hoy lo más buscado por el público son las piscinas (tanto climatizadas como sin climatizar), gimnasios, dado que se observa una tendencia al cuidado del cuerpo en pro de la salud. “La gente cada vez realiza -en general- más deporte: camina y corre con mucha más asiduidad que antes. En las nuevas construcciones los salones de usos múltiples también resultan importantes a la hora de celebrar cumpleaños y realizar fiestas”, dijo Siwacki.

Últimamente cada vez resulta más común el tema de los amenities verdes o amigables medianeras tapizadas de jardines verticales y terrazas verdes, dos opciones de mantenimiento accesible para los propietarios; la contracara de los jardines parquizados con flores y juegos infantiles.

Por Leandro Murciego, Sábado 13 de agosto de 2016
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION

Diseño y estilo – Los amenities conectan el confort con el negocio

Estos servicios, que llegaron al mercado local hace más de diez años y que se ganaron un lugar entre el público, son herramientas de seducción para los desarrolladores que los instalan en sus emprendimientos.

Hoy los amenities no son una palabra que llamen la atención al público en general, estos servicios inmobiliarios que poco a poco fueron instalándose en el lenguaje de los argentinos ya no son sinónimo de la excentricidad ni de la sofisticación, ya que la mayoría de las nuevas propuestas residenciales traen consigo diferentes tipos de áreas comunes que no sólo definen al proyecto sino que también bosquejan el perfil del habitante de ese inmueble. Ante este escenario los más importantes desarrolladores continúan reinventándose con el fin de proponer nuevas alternativas.

Según Alejandro Ginevra, titular del Gnvgroup, este tipo de propuestas por lo general se utilizan muy poco pero al momento de la venta quieren tener todo en condiciones y actualizado, ya que suelen ser herramientas de seducción comercial. “Los amenities deben ser muy bien pensados por los desarrolladores dado que hay muchas propuestas que suelen ser muy onerosas a la hora de realizar tanto los arreglos como la reposición. Para evitar la falta de mantenimiento una de las alternativas que encontramos desde Gnvgroup fue concebir un buen reglamento de consorcio que contemple tanto el aggiornamiento como el cuidado de este tipo de áreas en los complejos residenciales, además en nuestro caso solemos ser nosotros los que administramos este tipo de servicios”, explicó el titular de la desarrolladora que lleva adelante la construcción de Madero Harbour una de los megaproyectos que ofrece el barrio más moderno de la ciudad Autónoma de Buenos Aires: Puerto Madero.

Uno de los temas importantes para el éxito económico de un proyecto inmobiliario es el adecuado mix de amenities que cada uno de ellos presenten. “Hay que pensar bien cada una de las propuestas que se ofrece, analizar a quien está dirigido el proyecto y cuáles son sus gustos o necesidades. Lo que no debe haber nunca en un proyecto es una suerte de exceso, o de regodeo de amenities sin sentido”, sostuvo Alejandro Belio, director de operaciones de TGLT.

Originales

“En nuestro caso nosotros intentamos combinar propuestas originales, innovadoras y necesarias, así es que en Madero Harbour contamos desde pileta cubiertas y dos descubiertas según el movimiento del sol (una para la mañana y la restante para la tarde), spa, zona de yoga al aire libre, sala de masajes y sector de peluquería (en ambos casos hay que reservar turno para su utilización y se puede contar con los servicios de los profesionales que se encuentran en la lista con que cuenta el consorcio). Además, brindamos salas de reuniones para tener un lugar para recibir clientes, contamos con algunas cocheras con cargadores eléctricos para automóviles plugin y hasta un helipuerto. En síntesis buscamos todo el tiempo estar adelante en las tendencias de servicios con el fin de mejorar la calidad de vida de quienes habitan en nuestros complejos”, dijo Ginevra.

Para Belio el objetivo de TGLT es estar siempre un paso adelante del mercado. “Es por eso que en Forum Alcorta no sólo pensamos en los amenities (dos canchas de tenis, una cubierta-subterránea y otra al aire libre; dos piletas, un gimnasio completo y moderno) sino también en los soft-amenities, es por eso que cada unidad cuenta con una cámara en la puerta de su hogar que le permite tener el control de la vivienda en forma remota y durante las 24 horas. Además ofrecemos la posibilidad de instalar en cada hogar sistemas de domótica vinculados con la iluminación, el clima, la unificación de los controles infrarrojos, alarmas, cerraduras y el control de aperturas y cierres de cortinas, entre otras cosas”, sostuvo Belio. Y agregó: “Además desde el celular cada habitante del complejo puede reservar los turnos de la cancha de tenis cubierta, la clase con el profesor de tenis o de pileta, entre otras funciones.

Focalizar bien

Tanto Belio como Ginevra coinciden en que una de las prioridades hoy es que los amenities deben contar con un buen diseño de interiores que invite a la gente a hacer uso de ellos. Los desarrolladores coinciden en que actualmente existen una serie de propuestas que parecen haber quedado relegadas de las preferencias del público como las jaulas de golf, las salas de computación, las áreas de biblioteca y los miradores de estrellas o pequeños observatorios.

Para estar siempre en la vanguardia inmobiliaria tanto Ginevra como Belio suelen viajar en busca de nuevas ideas y propuestas de servicios. Hoy existen complejos residenciales, en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) o Estados Unidos, tan sólo para nombrar dos de los países líderes en esta tendencia que brindan sofisticados mix de amenities entre los que se destacan las palestras bajo techo, los estadios de básquetbol cubiertos y los microcines 4D, en los que no sólo se ven imágenes en 3D sino que también se mueven los asientos que son ergonométricos según lo que sucede en la pantalla y de ellos salen chorros de aire para simular el viento, agua y perfume similar a los que hay hace ya algunos años en Disney Word.

La mirada económica

A la hora de construir amenities tanto Belio como Ginevra coinciden en que estos metros cuadrados quedan fuera de la ecuación comercial de venta tradicional que sostiene que todo m2 construido tiene un valor de venta determinado.

“En Madero Harbour, somos atípicos, no pensamos los amenities como un porcentaje determinado de la inversión inmobiliaria sino que más bien los vemos como espacios que están destinados a mejorar la calidad de vida de cada uno de los residentes en el lugar. Además de verlo desde el lado económico nosotros no lo analizamos desde lo que nos costó construirlo sino más bien de lo que no estamos vendiendo, es decir en el caso de las áreas comunes desarrolladas bajo techo se llevan un porcentaje de FOT que no saldrá a la venta, por ejemplo hacer una pileta cubierta de 200 m2 hoy nos privaría de ganar cerca de un millón de dólares (cálculo que surge de la valuación del m2 construido).

Por Leandro Murciego, Sábado 5 de septiembre de 2015
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION