Tradicional y distinguido, el barrio es muy demandado por un público que busca propiedades de calidad en medio de un entorno muy verde.
Aunque pueda sonar a mito, la zona que hoy se conoce como Barrancas de Belgrano estuvo alguna vez a la vera del Río de la Plata. Claro que, por entonces, tal espacio geográfico estaba lejos de ser lo que es y de hallarse entre los más codiciados por los porteños. Conformado por tres plazas de perímetro irregular (la central se llama Mariscal Antonio Sucre), el parque Barrancas de Belgrano es el alma de un sector de la ciudad al que da nombre y que, desde el punto de vista inmobiliario, se comporta de manera singular.
“Barrancas es una zona muy exclusiva y una de las preferidas cuando se trata de asociar belleza paisajística, comodidad en los accesos, cercanía con comercios de primera línea y calidad de construcción. La antigüedad de los edificios es de más de 25 años; suelen ser de gran altura (algunos en torre), con pisos muy amplios y pocos amenities, algo que en la época en que se construyeron estos inmuebles no tenía demanda”, afirma Juan Ignacio Mel, uno de los responsables de Raúl Mel Propiedades, con casi 40 años en el mercado.


En pocos meses, los amantes del cine, los que optan por comprar en los centros comerciales cubiertos o los que prefieran aprovechar el día saliendo de casa tendrán en Buenos Aires un nuevo punto de encuentro.
El Distrito Tecnológico que se desarrolla en una zona de Parque de los Patricios y los arrabales de Pompeya, y que impulsa el GCBA, poco a poco cambia su fisonomía con la fuerte apuesta que significa la llegada de nuevas empresas.

Un bulevar es como un oasis en plena ciudad. “El de Charcas me recuerda a una calle de París -resume Leticia Rodes, vecina que vive sobre esa arteria desde hace casi 40 años-. Estoy encantada con la zona, rodeada de verde. Un oasis frente al cemento.” Y no se equivoca: el arquitecto Luis Grossman, director general de la Dirección de Casco Histórico de la Ciudad, cuenta que a principios del siglo XX, la burguesía porteña que viajaba a Europa importó el modelo de esta pieza urbana con raíces parisienses: “El término surge de una palabra francesa, vino de las obras que hizo en París el barón Haussmann. El bulevar es una pieza urbana que aparece no sólo en Buenos Aires, sino también en muchas ciudades del interior. Se comprende por bulevar una avenida ancha cuya área central está a salvo; los vehículos van en una y otra dirección, y ese pequeño espacio está rodeado de árboles; también bancos o incluso monumentos o estatuas”.