Se destinarán $10 millones en la transformación del paseo comercial que ocupa 12 hectáreas en Tigre y que mueve entre 800 y $1000 millones en ventas al año.
Por otra parte incorporó el hormigonado de 400 metros de calle para el tránsito de transporte pesado. que facilitan el ingreso, egreso y la circulación de la actividad portuaria dentro del predio. Estos trabajos se complementan con la primera etapa desarrollada desde 2011. En esa ocasión sumaron 100 luminarias, bebederos, mesetas conectores, miradores al río y espacios de descanso.
El plan de inversión para el próximo año prevé 10 millones para continuar con la renovación de las veredas, la incorporación de dos sanitarios. 100 canteros, recambio de techos, la puesta en valor de 120 locales, la construcción de una oficina de turismo, un playón de concreto para carga y descarga pesada. un nuevo sector gastronómico, una cabina de locución para el sistema de sonido entine, pantallas inteligentes y la colocación de barandas para los nuevos sectores junto al río, luminarias y cestos de residuos.
“Es uno de los puntos turísticos más importantes del municipio y uno de los mayores centros comerciales a cielo abierto de la Provincia de Buenos Aires. Nuestro compromiso es brindar un espacio con accesibilidad universal”, afirma Julio Zamora, intendentede Tigre. En tal sentido, se incorporaron mesetas conectoras a nivel que permiten el desplazamiento de sillas de ruedas en todo el trazado del Puerto y para 2017 se avanzará con las obras necesarias para permitir el ingreso a los locales a personas con alguna dificultad de movilidad.
Estas obras están dentro del programa “Ciudades para la gente”. “Un concepto de ciudad donde se prioriza al peatón. la bicicleta y los circuitos de salud. Al mismo tiempo. esta nueva tendencia mundial mitiga los efectos de la contaminación tanto aérea como auditiva”, explica el funcionario.
Hoy el Puerto de Frutos cuenta con 708 locales en los que se venden desde productos originales de las islas tales como frutas, muebles de madera y artesanías de mimbre y también en metal y cobre hasta objetos de decoración, iluminación, arte, indumentaria, bazar. vintage, productos regionales y de talabartería. La oferta gastronómica se destaca con bares, parrillas y restaurantes que ofrecen una gran variedad de platos, los cuales se pueden degustar con vistas a las dársenas o al río. “En los últimos cuatro años la cantidad de visitantes creció 25 por ciento, aunque esta cifra no fue coincidente con el caudal de productos vendidos”. aclara Eduardo Adelinet, director Ejecutivo de la agencia de Desarrollo Turístico Municipal, quien estima que el centro comercial mueve al año entre 5 800 y 5 1000 millones. Agrega además que “el comerciante que se instala en este paseo es dificil que se vaya”. La explicación por la que se maneja una lista de espera de 600 solicitudes. El precio de alquiler de un local ronda los 5 550/m2 por metro cuadrado dependiendo de la ubicación y sus dimensiones. Hay puntos de venta de hasta 300 metros cuadrados.
En cuanto al potencial dela zona. Adelinet remarcó que está en permanente crecimiento. Ya modo de ejemplo detalla que para el año que viene está prevista la inauguración de un emprendimiento privado de magnitud, el centro comercial Dock del Puerto, que se sumará a la propuesta del Puerto de Frutos”.
Será un shopping a cielo abierto con una superficie total de 25.000 m2 y más de 200 locales comerciales. Demandará una inversión total de más de 540 millones. y contará con espacios de entre 22 y 1000 m2 con opciones de terrazas vistas hacia la plaza central o hacia el agua, cuyo valor de alquiler arrancará desde los S 300/m2.
“Buscamos que sea un paseo de compras y diversión para turistas, pero también un shopping con todo lo necesario para el vecino de Tigre”. afirma Carlos Carrizo, socio desarrollador del complejo quien estima que se citarán 800 puestos nuevos de trabajo en la zona. “De esta forma realizaremos un gran aporte al desarrollo comercial. económico y turístico de la zona”, afirma.
Sin dudas, la singularidad del emblemático Puerto de Frutos es que está ubicado junto a los encantos de la costa ribereña del río Luján. Sus orígenes se remontan a 1934. Nació como mercado concentrador de los productos agrícolas producidos en el Delta del Paraná. Cumplió ese rol hasta la década del setenta. Su evolución lo transformó en un pujante centro de exposición y venta de artíiculos regionales artesanales, de diseño, gastronómico y de entretenimiento.
Publicado en el suplemento Inmuebles comerciales e industriales del diario LA NACION