No estoy dispuesto a que mi casa, que siempre fue un lugar alegre, cómodo, a donde uno quiere llegar, se convierta en una suerte de camarote de los hermanos Marx”, dice Lisandro Moret. Se refiere a una de las más famosas escenas del trío, la de la película Una noche en la ópera. Groucho acaba de abordar con su compañía teatral un gran barco. El maletero arrastra su baúl y lo conduce al camarote. Cuando llegan se escucha el siguiente diálogo:
Groucho: -Este no puede ser mi camarote.
Maletero: -Sí, es su camarote, el número 58.
Groucho: -Es un número muy grande para un camarote tan pequeño.
Entonces el maletero intenta meter el baúl en el camarote, pero le cuesta.
Groucho: -¿No le sería más fácil meter el camarote dentro del baúl?
Algo parecido les sucede a Lisandro Moret y Azul Solano. Les resulta difícil acomodarse en su tres ambientes de 55 metros cuadrados y los números que necesitan para sumar unos pocos metros a la vivienda familiar son demasiado grandes.