Pinamar – Con la avenida Bunge como eje

Un balneario cotizado mantiene su estilo y suma torres; muchos de los proyectos están pesificados y los barrios privados tienen propuestas financiadas.

PINAMAR.- Cuentan por aquí que un muy destacado futbolista, todavía con desempeño en Europa y figura del seleccionado argentino, hace un par de temporadas se aseguró tierras y en silencio avanza con un proyecto inmobiliario. Uno de sus colegas con similar trayectoria intenta lo propio en Cariló, donde otra figura que ya colgó los botines marcó el camino en esto de asegurar su capital con inversiones en destinos de la costa atlántica.

Los ladrillos dan garantías y lo confirman los desarrollos que se dan en la zona. Los turistas que lleguen este verano se sorprenderán con el avance logrado por torres que están en distinta etapa de construcción, la mayoría a los lados de la avenida Bunge que da la bienvenida a pura obra.

Varias de esas edificaciones llevan ya un puñado de años desde que comenzaron las excavaciones. Con sus vaivenes y matices, vinculados a esta economía, el ritmo de construcción sigue sostenido y constante.

A la par y no demasiado lejos de estas torres de perfil premium, otro rango de compradores se interesa por lotes en áreas que interesan y mucho a aquellos que son o pretenden ser residentes en esta localidad, que poco a poco crece en población y logra actividad más pareja sin depender de la suerte de una temporada estival.

Los operadores inmobiliarios consultados por la nacion reconocen tanto que la construcción no se detiene como que los contratos por ventas de propiedades se mantienen en una etapa de transición. Se cierran operaciones, pero muy lejos de los volúmenes que se lograban hace tres años, en tiempos previos a los límites que rigen en el país para el mercado cambiario. Los planes para acceder a inmuebles con pagos en pesos y planes de cuotas mantuvieron viva a la industria en estos tiempos recientes y con límites para acceder a dólares.

El lote de torres que renueva la imagen de avenida Bunge y alrededores incluye a Positive Tower, con 32 departamentos, y el cada vez más avanzado complejo Zentiva, con características de condohotel. Otras propuestas también con amenities -aunque con menos pisos, como la serie de desarrollos La Renata- están en el mercado con aceptación. Se ofrecen departamentos de dos ambientes a estrenar desde 80.000 dólares, a razón de 2400 dólares el m2.

Estos y otros desarrollos tienen el financiamiento en 24 cuotas como una de las puertas para abrirle paso a las operaciones. La aceptación de pesos es otra variable que incide a la hora de encontrar el sí de los interesados.

Los loteos que Pinamar SA habilitó para desarrollo de barrios residenciales como Álamos y Tridente tuvieron resultados prósperos gracias a la aplicación de alternativas de pago.

La construcción de viviendas se mantiene. En el extremo norte, casi en el límite con el parador La Frontera, se ven las expresiones de mayor magnitud, ya a ritmo moderado y con otro estilo arquitectónico, de aquellas propiedades de categoría que le cambiaron la cara a estas playas en la década del 90.

Por aquella zona también han tenido algo de suerte aquellos que sacaron a la venta unidades en complejos. Con valores que oscilan entre los 300.000 y 450.000 dólares se ofrecen departamentos de 4 ambientes. Con servicios, claro, que justifican la cotización.

Por Darío Palavecino, Sábado 4 de octubre de 2014
Publicado en el suplemento Propiedades & Countries del diario LA NACION

Obras en pozo, las más buscadas

En la primera década de este siglo, la afluencia de turistas y visitantes se había mantenido como en los 90;los últimos cuatro años, el mercado inmobiliario está menos activo, al ritmo de los avatares económicos.

CARILÓ (Enviado especial).- A más de 20 metros de altura, allí donde se logra la mejor vista a las playas que tienen al otro lado de la calle, pero también donde más se sufre el frío viento que sopla seguido y con fuerza, los obreros ajustan encofrados, acomodan fierros y esperan por el hormigón para sumar un piso más a lo que en seis a ocho meses será un nuevo apart para el balneario.

Un panorama muy parecido al que se puede ver a medida que se avanza desde la ruta 11 hacia la costa de Pinamar. Torres de departamentos empiezan o terminan de tomar forma a partir de proyectos que se pusieron en marcha en los últimos tres o cuatro años.

Más camas para turistas y residentes en destinos que crecieron a ritmo vertiginoso en los años 90, mantuvieron desarrollo sostenido durante la primera década de este siglo y en los últimos cuatro años viajan con su mercado inmobiliario al ritmo de la economía y, por qué no también y como pocas veces en las últimas semanas, los títulos de los diarios.

Las restricciones a las operaciones con moneda extranjera son un ejemplo contundente del primero de los casos. Un dólar confuso, con variadas cotizaciones, enfrió la compraventa de propiedades hace un tiempo. Y cuando en las portadas el término default se volvió familiar y creíble, como en estos días, los teléfonos y mails de las inmobiliarias del centro comercial se enfrían.

Los desarrollos que se vendieron o venden en pozo, en pesos y con financiación son los que mejor aceptación y dinámica han logrado para mantener vivo el ramo. Lo ya construido y usado, en cambio, está bastante frenado.

Los complejos multifamiliares que están en marcha en Cariló se cuentan con los dedos de una mano, la mayoría como continuidad de proyectos que venían en marcha y sólo uno está en etapa previa a los cimientos.

Que sean pocos los emprendimientos de este tipo tiene algo de lógica que va más allá de la economía: en Cariló casi no quedan lotes disponibles en áreas que permiten la construcción de hoteles, apartamentos o cabañas.

Pero donde quizá se siente más el golpe es en el desarrollo de unidades unifamiliares. El promedio de casas y chalets en obra cayó más de un 30% respecto de años anteriores en un balneario acostumbrado a que cada temporada se estrenen entre 90 y 100 propiedades.

“No se puede decir que el mercado esté parado, porque se concretan operaciones, pero lo cierto es que estamos viviendo un momento muy tranquilo para el sector”, confió Sara Vallo, de Constructora del Bosque, una de las principales operadoras inmobiliarias de Cariló.  Seguí leyendo “Obras en pozo, las más buscadas”

Pinamar: inversiones cerca de las olas

El verano en este tramo de la costa argentina no deja de sumar construcciones que tientan a la demanda a comprar una segunda vivienda

PINAMAR (Enviado especial).- Las torres que se levantan, muchas muy avanzadas y en su mayoría sobre el ala norte de la avenida Bunge, ganan altura y empiezan a definir un acceso a la ciudad renovado y con pinceladas de categoría. Otro lote importante de propietarios prefiere volver a las fuentes del lugar. Y entonces apuesta con decisión a los espacios verdes y abiertos, donde las casas por construir tienen garantía de un entorno parquizado y, por qué no, también amenities. Seguí leyendo “Pinamar: inversiones cerca de las olas”

Escenario perfecto: mar, bosque y playa

No sólo para veranear: Cariló propone, además de relax, opciones para invertir en lotes y construir la casa

CARILÓ.- El verano está en marcha hace rato. Lo confirman las consultas y reservas de alquileres que comenzaron hace un par de meses. Y lo ratifica el sol que brilla intenso y obliga a mirar hacia la costa y sus olas. Pero a la hora de las nuevas inversiones inmobiliarias, a diferencia de una tendencia original y que priorizaba la cercanía con la costa, se afirma la preferencia hacia una nueva alternativa. Y es volver al bosque. Seguí leyendo “Escenario perfecto: mar, bosque y playa”

Zonas de Veraneo: Expectativas por la temporada

Cariló, Pinamar y Mar de las Pampas cuentan con un alto porcentaje de reservas; interés para comprar en la costa.

PINAMAR.- Llegar al centro de esta ciudad desde la ruta 11 y por la avenida Bunge demuestra, a simple vista, el continuo desarrollo inmobiliario que mantiene este balneario, uno de los preferidos por los inversores desde la década del 90.

Entonces fue el momento de las grandes casas, rodeadas de verde, y cerca de espacios muy pretendidos y cotizados como el mar o el campo de golf. Ahora el turno es el de los complejos y departamentos, que incluye variedad de amenities que dan respuesta a las nuevas exigencias de propietarios o inquilinos.

“Percibimos que la oferta inmobiliaria es grande, siempre en crecimiento, pero la demanda es más o menos la de siempre”, explica Eugenio Hoffmann, titular de la inmobiliaria homónima y presidente de la Cámara Inmobiliaria de Pinamar. La primera evaluación de la temporada que se aproxima, o que ya empieza a dar sus primeros pasos, es por lo menos optimista. Hoffmann asegura que un 70% de unidades alquiladas a esta altura del año no deja de ser un buen dato.

Con experiencia en el rubro y estas playas, reconoce un ritmo casi constante en fechas próximas al cierre del año. “Primero llaman los clientes de siempre para reservar, luego hay una impasse y, por último, los que por un motivo u otro, a veces por especulación, tardan en definir la operación”, expresa.

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