Una commodity a prueba de crisis

Hoy finaliza 2010 y es tiempo de balance. Opinan un economista, algunos protagonistas del sector y titulares de las entidades más representativas sobre las perspectivas para el año que comienza

“El 2010 fue para el sector inmobiliario un muy buen año con precios sostenidos y en alza. Hubo crecimiento y, por ende, mucho trabajo. Pero deja algunas preocupaciones: precios empujados por una tremenda inflación, escasez de oferta y alto costo de reposición de los proyectos terminados. También un dólar planchado y un fuerte aumento del costo; es decir, menor rentabilidad. Incalculable costo y riesgo laboral. Así y todo, en 2011, a mayor convulsión e inestabilidad, externa e interna, mayor será la búsqueda de refugio. Recordemos que hace 20 años un dos ambientes en lo mejor de Belgrano se compraba por 20.000 dólares. Hoy se necesitan 100.000, dice Mariano Oppel, presidente de Oppel.

Actividad sostenida en un contexto de país en crecimiento, aunque el mercado tuvo un comportamiento desparejo, más por cuestiones políticas que económicas. Esto tampoco se puede ignorar. ¿Será similar esta respuesta en 2011? Jorge D’Odorico, de D’Odorico Propiedades, aspira a que “2011 continúe con un ritmo similar al menos en las unidades nuevas en medio de un escenario electoral complejo. El eje central estará en la obtención de tierra bien ubicada, donde se pueda guardar relación con el valor por m2 de venta”.

Octavio Palazzo Caputo, de la firma Palazzo Caputo, considera que habrá crecimiento en zonas menos convencionales incluso periféricas, que cuentan con la oportunidad de generar cambios favorables. “Hay inversores recorriendo los barrios; en el caso del Abasto y de Almagro, por ejemplo, muestran interés en focos determinados. Veremos qué sucede en los meses que vienen”, confía.

De Almagro a Villa Urquiza, una zona que ha despegado con creciente cantidad de emprendimientos. Carlos Puente, de Puente Propiedades, coincide y sostiene: “El interés por las unidades chicas de uno y dos ambientes seguirá en 2011; frente a la creciente oferta de este tipo de departamentos chicos, la selectividad y el poder de negociación del comprador serán ejes del cierre de operaciones”.

Los números ayudan a comprender cómo está el mercado hoy y qué se puede esperar. En este sentido, José Azpiroz Costa, director de Bullrich, detalla: “La inflación y la licuación de las monedas hicieron que la oferta, antes de convalidar una operación, se mostrara renuente a una quita. Además, la demanda, ante la ausencia del crédito, ve disminuida su capacidad de compra”.

Y ejemplifica: “En enero de 2010, una unidad de dos dormitorios nuevo equivalía a 60 salarios, hoy está en 66. Por otra parte, construir un m2 subió lo mismo que el costo de vida: de 800 dólares llegó casi a 1000 dólares. Hoy, además, las rentas residenciales no están en un 8%, apenas alcanzan el 5,5%. Sin embargo, con una inflación del 22% anual, la tasa pasiva alrededor del 7% al 9% en pesos y del 3% en dólares descapitaliza a quien desea estar líquido. Es preferible comprar una unidad, alquilarla y conservar el valor de lo invertido”.

El año que está por comenzar tiene algunos ingredientes que siembran incertidumbre. Iván Achaval, presidente de Achaval Cornejo, reflexiona: “La inflación es un tema que preocupa; al margen de esto, creo que el primer trimestre será igual a 2010, pero los meses que siguen resultarán complicados y no se sabe cómo impactarán en el mercado. El atractivo de la tierra o el ladrillo atrae a consumidores e inversores”.

¿Qué pasó con los inmuebles en estos años? Miguel Altgelt considera: “El patrón para medir es el dólar y tuvo inflación; además, desde marzo de 2008 las propiedades subieron entre un 10 y un 20%. El que no vendió en esa época no sólo mantuvo los valores, sino que ganó y tuvo renta. El mercado en 2010 no manifestó muchos cambios con relación a 2009: poco comprador, poco vendedor, pero más firme”.

Guido Tizado, de Tizado Propiedades, explica: “El mercado este año siguió recuperándose. Por el temor al dólar y el euro, que durante años fueron resguardo de valor de los ahorros, se reemplazaron por el ladrillo. Esperamos un 2011 con la misma tendencia, al margen del proceso electoral, que, como la política, corren por caminos paralelos a los de la economía”. En materia de precios, Juan Badino, presidente de Forcadell Badino, expresa: “Con relación a los valores de hoy, creo se mantendrán estables, salvo por los ajustes de la inflación. “Me parece que en el área residencial avanzan zonas alternativas, ya que los lugares premium parten de un alto costo en la incidencia de la tierra.” Y acerca del segmento premium, Fernando Cancel, presidente de Kantai, manifiesta: “Las propiedades de esta categoría y en valores razonables mantendrán el interés. Lo único que puede impactar en este mercado y en otros es el proceso eleccionario, que genera muchas dudas”.

Jorge Toselli, presidente de JT, advierte: “El escenario internacional muestra características excepcionales para países emergentes, con grandes oportunidades de inversión y donde el viento de cola sigue soplando aún, lo que alienta el crecimiento. En particular, se prevé la consolidación y generación de proyectos a gran escala en barrios tradicionales, áreas cotizadas y otras que despegan”.

Juan Ignacio Mel, de Raúl Mel Propiedades, opina: “A pesar de que 2011 es un año electoral y de que el tipo de cambio evidencia cierta tendencia a devaluarse en las últimas semanas, es probable que mantenga una cierta estabilidad; esto, sumado a una creciente inflación interna, forzará los valores de los inmuebles a ajustarse hacia arriba. Es difícil cuantificar cuál será este incremento, pero rondará como mínimo en un 5 por ciento”.

Adriana . B. Anzilloti, 31 de diciembre de 2010
Publicado por La Nación.